lunes, 11 de noviembre de 2013

Propaganda electoral; El nuevo papel-tapiz basura



Pasear por las calles no es lo mismo en estos días, la de por sí ya aburrida ciudad en la que vivo y otras muy cercanas (y obviamente las del resto del país), tienen como feo papel tapiz propaganda electoral con exageradas dimensiones (incluyendo las del ego) que no sólo contaminan el paisaje visual, empeorando la estética pobre de muchas zonas descuidadas por las autoridades y los propios ciudadanos, también ayudan a ensuciar sitios que difícilmente se habían mantenido limpios y dañando los que sí lo estaban. 

Para variar se ha sumado el paro de los encargados del aseo municipal quienes exigen sueldos más altos. Sea como sea “el trabajo sucio alguien tiene que hacerlo”, aún así no me imagino a los candidatos tomando pala y escoba barriendo su propia basura provocada por sus propagandas.

Como si fuera poco si vas apurado te interrumpen queriendo darte panfletos que luego lanzarás al tarro de basura (u otros más inconscientes que lo lanzarán en la misma calle). Si lo vemos por el lado positivo es como una aventura en la que tienes que esquivar a transeúntes zombies y “panfletistas” desesperados por obtener tu voto.  Me es difícil no tener un sentimiento paradójico en el que me río y sorprendo por la estrechez mental que embarga a la ciudadanía en etapas electorales, obviando lo esencial de la vida, lo precioso, lo sencillo, lo valioso en verdad. Pues no, parece que enfocarse en asuntos superfluos, competir, humillar y denostar al otro es lo importante ahora.


A mí lo que en verdad me importaría en estos momentos y por lo que apelo con ganas, es simplemente no dañar mucho más nuestro medio ambiente.


PD: No coloco fotos de la situación actual porque no quiero promover a nadie.