domingo, 23 de septiembre de 2018

Amor-odio Primaveral


(Ilustración de Florence Harrison)

No podía ser de otra manera, llegaste de forma precipitada, casi que antes de tiempo para hacer que amanezca un minuto antes de lo acostumbrado. El día es contigo como la noche lo era con el Invierno, mi maestro peregrino, a quien ya extraño, quien nunca se queda lo suficiente para mí y mis desvelos; ¡me duele resignarme ante su partida!

¡Eres despiadada tanto como hermosa!, con ese paso siseante, con esa estela perfumada y cabellos floridos, ¡engañosos encantos para irritar los ojos que te contemplan, las gargantas que te cantan y las narices, incautas, que osan tomar algo de tu aroma!. Es que nunca has sabido pertenecer al otro por completo, ¿o es acaso que el otro, no ha sabido amarte bien…?

Sabía que era inminente, pero nunca estoy preparada para tu estrepitosa llegada, pues contigo se asoman calurosos días que me hacen padecer de languidez, pierdo las fuerzas y hasta el entusiasmo. ¡No comprendo esta contradicción! Se supone que desperezas al planeta, que lo hechizas con colores y frondosos nacimientos, sin embargo, yo, voy entrando en una espiral incesante de ensimismamiento. 

Es que, quizás tampoco he sabido quererte. No puedo seguirle el ritmo a tu danza ni tus risas. No sé ser sutil, bella y dadivosa. Mas, reconozco en ti, el útero sagrado de La Gran Madre, el centro de la vida, pues ¡Todo en ti es latido vivo!, ¡todo en ti es tierno despertar!, ¡todo en ti es dulce movimiento!.
¡Envuélveme entre tus trajes festivos, cautívame, enamórame, atrápame! Saca de mí toda amargura y lléname de tu cariñosa y vertiginosa luz. Enséñame a fluir en tu andar de viento.

viernes, 7 de septiembre de 2018

La evolución de Pucca




Hoy en día ella es puro juego y maullido prácticamente imparable, hasta el punto de llegar a estresarnos, pero también de conmovernos al borde de la lágrima. Sí, ella tiene esa capacidad natural de hacer que le quieras como si se tratase de una niña muy pequeña, a la que debes prestarle mucha atención, atender sus necesidades y sobre todo proveerle diversión, la cual, diría, parece ser su máxima prioridad. 
Pucca, obviamente, ha crecido a lo largo de estos 9 meses y se ha vuelto muy hermosa. Llegó a mi casa hace como un mes. Ya está en edad de ser esterilizada, pero estamos organizándonos para ese evento la próxima semana.


Les conté La historia de Pucca en Enero, cuando apenas tenía algo más de un mes de vida. (Pincha el link para profundizar en su historia). En ese entonces estaba saliendo adelante de su desnutrición, problemas respiratorios e infección en los ojos. La buena noticia es que ya ha superado ese episodio de enfermedad producto del abandono. Está en un buen peso, con sus vacunas y controles al día. El único “pero” que podría ver en este asunto es su intolerancia para estar sola. Apenas fue recogida por mi hermana se acostumbró a dormir con ella y estar juntas en cada momento. Así que para poder conciliar el sueño, tuve que permitirle dormir en mi cama por las noches cuando llegó a mi casa, de lo contrario llorará toda la madrugada. No es una gatita que se canse fácilmente, así que puede maullar por horas. Pero esto también demuestra lo aferrada que está a la vida, lo fuerte y resistente que es. En el fondo sólo busca afecto; ama las caricias, todo tipo de mimos e interacciones que la entretengan. Todo le causa interés, por ende, es una gran investigadora y se mete en los rincones más insospechados para explorar, cosa que me provoca admiración.

Admito que volver a tener un gato en casa se siente maravilloso. Es una presencia que llena cualquier espacio; incluso en silencio y en completa quietud te sientes muy acompañado, mas no invadido. Su energía transmite con intensidad sus emociones, y de alguna manera, esta relación con ella parece telepática; es muy fácil ponerle voz y traducir en palabras sus pensamientos, opiniones o peticiones. Todo un viaje de aprendizaje y adaptación.


Me encantan sus “arranques de locura”, en los cuales, de la nada corre, cual fiera indomable de un cuarto a otro como si se tratase de una carrera. A veces puedes recibir “emboscadas” sorpresas, pero apenas percibes unas patitas que te tocan y se alejan como una sombra que con suerte lograrás distinguir. A aprendido a medir su fuerza, aunque de vez en cuando esos colmillos y garritas se aferran a tu carne más de lo debido. Cualquier cosa es un juguete: Un hilo, una bolsa, el cargador del celular, las mangas de tu abrigo.. Y eso la vuelve muy mágica a mis ojos, pues la vida late en ella, fluyendo con espontaneidad a cada momento. Se emociona cuando regresas, te acompaña en todo lo que hagas, intenta poner su hocico entrometido en todo, y a veces es un trabajo enseñarle límites, pero la vida con ella se siente más nítida.

Todas las fotos son de mi autoría, con Pucca de 9 meses.