miércoles, 4 de enero de 2017

La vida de Danco I (Su pasado)


En este primer post del 2017, en donde, después de dos años, retorno con fuerza a este blog, esperando que sea un año próspero y placentero en todos los niveles, tanto para ustedes, como para mis seres queridos, para mí y para el ecosistema, que al fin de cuentas es lo que nos mantiene existiendo.

Hoy les quiero contar sobre alguien. Aproximadamente hace algo más de ocho años nació Danco. Un perro mestizo, abandonado y que daban en adopción. Unos familiares firmaron y se comprometieron para darle un hogar y los cuidados apropiados para una mascota. De cachorro era adorable, pequeñísimo, tanto así, que dormía sobre una pantufla. La primera vez que le vi, aún lo recuerdo, estaba enferma, pero su visita fue tan sorpresiva que casi me hace saltar de la cama. Lo tomé, me lamió el cuello y se quedó inmediatamente dormido en mi pecho, entre mis brazos. Era imposible no enamorarse y querer protegerlo. La primera vez que ladró fue impresionante, causó mucha risa, pero también asombro: “Y pensar que esa es su voz”. Muchas personas no saben interpretar las voces de los perros, creen que ladran de ociosos o peleones, pero la verdad, es que no sólo ladran para comunicarse entre ellos, sino con nosotros. Sus ladridos son alertas sobre algo que los mantiene inquietos, avisan si alguien se aproxima, se emocionan, te saludan, pero también amedrentan a quien ose interrumpir en sus dominios.

Danco no ha tenido una vida fácil. No vivió aquí, sino en otra casa, en donde no fue comprendido ni respetado. Le pegaron, le gritaron, le dieron escobazos, lo humillaron amarrándolo con una soga de medio metro. Un par de veces lo echaron a la calle, en donde fue atacado por dos perros grandes y agresivos, le pasó un camión por encima dañando sus pulmones, y para variar, él volvía siempre a casa, “con los suyos”, pasando noches enteras a la intemperie, asustado, esperando que alguien llegara y le abriera la puerta. Por problemas entre las relaciones de sus “cuidadores”, intentaron llevarlo a la perrera, pero por suerte, ésta estaba cerrada. Después, uno de ellos, con su orgullo herido y para dañar a una de las personas que más ha querido a Danco, amenazó con llevarlo a matar. Ustedes me excusarán, pero no perdonaré a esta persona por siquiera haber intentado semejante crueldad. Y después de toda esa barbaridad, llegó a mi casa el año pasado, jadeando de estrés, con las pupilas dilatadas, orinándose de los nervios, con una gripe que por no ser cuidada se transformó en una enfermedad respiratoria, que aún hoy, es difícil de sanar. Además de todo ello, es cardiópata, viejo, tiene algo de ceguera nocturna y problemas a las caderas.  Pensar en todo esto, me hace querer llorar de impotencia… Y eso que olvidé mencionar sus alergias cutáneas. 
Al principio fue complicado por las circunstancias en las que llegó. Una de mis hermanas lo fue a buscar, aunque más bien diría “rescatar”, y aunque no teníamos ni el espacio ni las mejores condiciones para él, lo recibimos sin pensarlo dos veces. Y aunque gruñía y parecía un vejete cascarrabias, con el tiempo se ha ido relajando, comprendiendo que no tiene por qué estar a la defensiva. Que nadie lo lastimará, ni abandonará, ni que debe cuidarse de que le roben su comida. Lo único que le faltaba era algo de liderazgo, de guía y de amor, mucho amor.

Hace unos meses, uno de sus ex dueños, tenía la intención de llevárselo a un nuevo sitio al que se mudaba, y aunque es probable que esta vez, sin la intervención de un tercero (el principal agresor) lo cuidaría mejor, nos opusimos con diplomacia. No es necesario, él está bien aquí. Ya no es su perro. Hoy pertenece a otra manada; es parte de mi familia y no sólo una mera mascota. 

Detrás de todo, no sólo quiero que parezca una exposición de quejas -aunque lo sea-, porque finalmente lo que trato de decir, es que no se comprometan a tener una mascota si no están las condiciones, y una de ellas es que si vives con alguien más, éste debe estar de acuerdo con la decisión de tener un animal en casa -además de ti- (bromeo). Porque todo este mal-pasar se debió a un desacuerdo y a una gran falta de responsabilidad. Los perros crecen, cuestan dinero y tiempo. No son un peluche que puede permanecer estático, y tampoco son seres independientes; biológicamente, los perros están hechos para vivir en grupo y no solos. Así que la falta de tiempo no puede existir en tu lista de excusas para ignorarlo.
No te emociones porque “son lindos y alegres”, no son un trofeo para vanagloriarse. Ellos crean vínculos emocionales, sufren duelos, se deprimen, se agobian, se frustran, como todos. 
Primero organiza tu vida antes de incluir la de otro ser en la tuya.

15 comentarios:

Demian dijo...

Realmente de una gran crueldad quien haga semejante maltrato. Yo perdi mi perrita de 15 años y la senti como la perdida de una bebe aunque muchos se rian. cercana al amor, compañera fiel, amorosa. Ahora pasado un tiempo me adopto otra peerrita. Y digo adopto porque siento que de alguna manera de algo nos rescatan. Bien post para comenzar el año

Ilesin dijo...

Los animales no son un mero juguete en manos de los humanos, son seres vivos que tienen sentimientos y sufren como nosotros. Yo no soy muy de perros lo mio son los gatos he tenido tres uno adoptado y los otros recogidos de la calle siendo bebes a lo que he subido como hijos y a biberón, y no los cambiaría por nada en el mundo, por que cariño que ellos me han demostrado siempre no habido humano que lo igualara.
besos

maidagán dijo...

Admito haber llorado mientras leía. Me impresiona la falta de humanidad que aún gobierna en algunas personas, ¿será que ellos han recibido el mismo trato en su núcleo familiar? No entiendo cómo dañar a un ser que no sabe de maldad, no sabe nada de hacer daño. A veces, mentira, siempre que veo o leo cosas así deseo que ese maltratado reciba lo mismo o más, sorry, soy así de básica.

Lo que me alegra es saber que ahora está bien dentro de todo lo que padece y que está entre ustedes, una familia que le brinda la oportunidad de pertenecer a ella.

**kadannek** dijo...

-Demian: Concuerdo contigo. Uno a veces cree que está haciendo de salvador, cuando son ellos quienes nos rescatan en gran medida. Lamento tu tristeza ante la partida de tu compañera, pero sé que te dejó mucho cariño y aprendizaje. Espero que con tu camarada actual se nutran mutuamente en amor y compañerismo. Un abrazo.

-IIesin: Yo soy de perros y gatos. Al principio sólo tuve perros y he tenido una gata en mi vida, la cual me dio una de las experiencias más gratificantes que pude pedir, me enseñó mucho sobre el mundo gatuno y las diferencias con los perros. Los amo y respeto a ambos. Pero tienes razón, los animales no son juguetes, no son adornos, son seres con sentimientos a los cuales atender y entender. Y de alguna forma puedo sentirme como tú, una mascota, un amigo felino o canino nunca te decepciona ni abandona. Abrazos.

-Lorena Rosania: Admito que yo lagrimié un poco mientras lo escribía. Recordar estos sucesos y verlos todos juntos me pareció tremendo e inaudito. Me impresiona todo lo que pasó por la negligencia de otros. También admito que lamento que hayas llorado, pero lo entiendo, su historia es conmovedora.
Sé que algunos de los involucrados tuvieron y tienen núcleos familiares inestables, con falta de tacto y comprensión. Pedir piedad para un perro, es algo fuera de este mundo.
Sé que Danco hiso travesuras, aunque más que eso, expresó su frustración, su miedo, su nerviosismo y ansiedad, destrozó algunas cosas, lloró mucho, seguramente orinó donde no debía, pero para eso existen correctivos MODERADOS, para eso se les educa con paciencia y amor, igual que a un niño. Yo también soy básica en esto, Lore. Sin duda quisiera que estuviesen en el lugar de la víctima para que cambiaran su forma de actuar. Les falta empatía.
Y gracias al cielo ahora está mejor. Hoy jugué con él,"hablamos" un rato. Se relajó mirando cómo mi mamá y yo desmontábamos el árbol de Navidad. Lavamos su espacio para que estuviese limpio y fresco ya que hace mucho calor. Fue un buen día para él, diría.

Ángeles dijo...

me ha impactado tu relato, el maltrato animal debería estar penado, ellos no hablan ni pueden defenderse, pero quienes les hacen daño, son unos miserables sin ética ni sentimientos.
He tenido 4 perritos y cuando murió Linda la primera, fue tal el dolor, que no quería volver a pasar por otra experiencia así, sin embargo a los pocos día tuve conmigo a Jahina... y luego a Lluvia y ahora a Luna, un coco de ternuras con alma de caramelo, que me sigue por toda la casa como si yo fuese su ángel de la guarda.

Yo les he dado siempre todo mi amor, pero ellas me han dado mucho más, son como ángeles de luz que nos adoran y conocen nuestras alegrías y tristezas... contaría hechos increibles sobre ellos, pero quien no ame a los animales no lo entendería.

He llorado con tu relato, pero te aconsejo que hables con Danco, yo cuando juego con Luna, hablo al mismo tiempo con las otras tres, he leído que los perritos cuando mueren su espíritu permanece a nuestro lado y debemos hablarles de vez en cuando.

Un gran abrazo.
Ángeles

Umma1 dijo...

Es increíble el maltrato al que se puede someter a un animal.
Los perros son tan nobles, tan entregados, piden tan poco y dan tanto amor.
¿Para qué lo llevan a su casa?
EL hijo de una amiga, ya ha cambiado 3 perros en menos de un año, lo lleva de cachorros y en cuánto crecen, los da. No los lleva a caminar, los mantiene encerrados en un departamento aunque elige perros de gran tamaño. Vive con la mujer y tres chicos, siempre pienso en el dolor de esos perros y en el mal ejemplo que le da a las criaturas. Es una mala persona quien hace esas cosas.

Un abrazo

lanochedemedianoche dijo...

Que verdad, los animales sienten y mucho, amo verlos en mi hogar, tengo 5 y todos son hermosos, diferentes, entienden y aprenden a tratarnos a conocernos, el día que no te sientes bien están mirándote, acompañándote, nos protegemos de igual a igual con amor, son parte de la familia como tú lo dices, bello entrada poetisa.
Abrazo

**kadannek** dijo...

-Ángeles: De alguna forma esas lágrimas que derramaste leyendo esta historia demuestra tu sensibilidad y gran corazón. Aunque intentaste cerrarlo para no pasar de nuevo por una pérdida tan dolorosa, ese corazón tuyo tiene demasiado amor para dar. Tus perritas son unas afortunadas por estar a tu lado.

-Umma1: Yo tampoco lo entiendo, Umma... Los animales no son desechables ni tienen fecha de caducidad. Sí, de cachorros son encantadores, pero de adultos también. Deberíamos priorizar más el vínculo que "la ternura" de los primeros años. Aunque también sé que hay gente que detesta a los cachorros.. Hay acciones muy inhumanas. Pero al menos también hay personas amorosas y de buen corazón que los rescatan.

-María Alessandrini: 5 animalitos en tu casa, me alegra que tengan un buen hogar, lleno de amor, comprensión y cuidados. Sin duda sienten y tienen alma. Sin duda nos entienden y tratan de alegrar a su manera. Gracias por venir. Un abrazo.

Marina Filgueira dijo...

Vaya relato triste que nos dejas, me duele el alma, el que maltrata su mascota, también lo hace con las personas, son mala gente sin sentimientos. No quisiera tenerlos cerca. Yo tengo mi Luca, también es pequeñito y le adoro y el a mí, come de mi comida, o sea yo cocino sano, para los dos.

Fue bueno leerte aunque me quedé triste… Un abrazo y se muy muy feliz.

Milena dijo...

Cada día están saliendo a la luz más y más maltratos... no puedo entender cómo puede haber gente capaz de esas fechorías... Para empezar creo que no deberían existir las tiendas de animales, hace que la gente no sea consciente y crea que adquiere un juguete... además, hay muchos a la espera de ser acogidos... Realmente es un tema que me hace hervir la sangre... En cuanto a Danco me alegra mucho saber que está en tu casa donde se le quiere y estima, y con todos los cuidados que requiere.

Ángela dijo...

Kadannet, una historia real y no única. Duele.

Tenemos en casa a Mora , una perrita preciosa, -hemos tenido más- y no puedo ni pensar en esos términos. Da tanto amor y tan desinteresado, tantas alegrías...que solo se la puede querer y cuidar.

Me alegra que Danco esté contigo.
Un beso.

**kadannek** dijo...

-Mariana Fligueira: A veces es difícil pensar que una persona que trata con crueldad a los animales no será cruel con otras personas. En este muy particular caso, hay variedad. Algunos de los implicados son mala onda con todos, y otros sólo con algunos. Luca sin duda es un privilegiado y consentido. Espero tenga una vida muy feliz a tu lado. Lamento que hayas quedado triste, es inevitable, pero espero que la segunda parte te alegre un poco más.

-Milena: Estoy pero totalmente de acuerdo con lo que dices; No deberían existir tiendas de animales, no son productos ni juguetes. Es un tema delicado, lo sé, pero al menos algunos poco a poco van teniendo mejores vidas, familias y hogares. Tb me alegra que Danco esté con notros. Un saludo. Grcias por venir.

-Ángela: Lamentablemente, como dices, no es la única historia así, lo único que espero es que el índice de maltrato disminuya hasta erradicarse con el tiempo. Gracias por venir!

mariposa blanca dijo...

Genial, Kadannek.
Estoy completamente de acuerdo. Me parece criminal el abuso que se hace con los perros, el uso caprichoso, ahora te quiero, ahora me molestas y te abandono. Estoy harta de ver casos de perros abandonados en las carreteras porque ya no son peluchitos y molestan. Y no digamos del maltrato animal. Todo el que se plantee tener un animal a su lado debería antes leer un artículo como el tuyo. ¡Tienen emociones, tienen alma!

Mil gracias por esta experiencia tan valiosa, ójala sea ejemplo para otros.

Desde que te conocí vi este blog como muy bueno y me encanta que lo hayas retomado.

Un beso bien grande :)

Noa dijo...

Hola otra vez :)... .

Los humanos son demasiado crueles, pero bueno, al menos existen personas sanas como tú y conseguir equilibrar la cosa.

Un beso,

Noa

**kadannek** dijo...

-Maite S.R: Todos estamos cansado del abuso y abandono animal. Falta responsabilidad y verdadero compromiso.
Gracias por tu visita y voto de fe. Un abrazo!

-Noa: Gracias por pasar. Se hace lo que se puede. Saludos!