domingo, 13 de junio de 2010

Los animales son buenos amigos, merecen ser educados o re-educados



(Opi, 15 años. Foto de mi autoría)


“Los animales son buenos amigos, no hacen preguntas y tampoco critican” Es una frase dicha por Mary Anne Evans (más conocida como George Eliot) novelista británica. Es casi inevitable sumarse a este pensamiento, sobre todo si se posee mascota o mejor dicho, si se es responsable de una -o más.-


A mis años aún no hallo más nobleza y lealtad de la que pueda darnos un gato o un perro; Ellos son concientes de sí mismos en el sentido que están presentes en el aquí y el ahora, no se quedan en el ayer ni se preocupan del mañana como nosotros -no les interesa la muerte y eso los hace tan sabios-, por ello perdonan y olvidan constantemente, así nos equivoquemos y seamos injustos con ellos.


Hago referencia en mayor parte a mascotas equilibradas, a las que hemos sabido guiar correctamente. Es una desgracia que por nuestra imprudencia como exceso de afecto, carencia de éste, irresponsabilidad en cuanto a sus necesidades básicas como caminar diariamente (porque las mascotas son simples, nosotros somos quienes complicamos todo), tengamos animales desbalanceados o peor, traumados. Pero hay una magia en todo esto; Siempre pueden recuperarse, siempre puede haber una re-habilitación de por medio, tengan los años que tengan.


Es falso que un perro o gato mayor no puede “educarse”; Si se portan mal es porque los hemos dejado ser así, porque no los hemos orientado ni guiado debidamente, todo es nuestra culpa, no de ellos. Pero he visto y experimentado por cuenta propia el poder de la re-educación en mascotas, la última fue hace una semana; Una perra de 15 años con tendencias dominantes mejoró con un par de correctivos. Ladraba y a veces mordía a otro miembro de la manada, y gruñía a un cachorro recién llegado ¿pero por qué? Por ignorar algunas necesidades que eran suplidas con la entrega de amor sin liderazgo. No culpo a los dueños, los responsabilizo por no haber detenido antes este comportamiento así haya sido en baja escala. Pero la ayuda siempre llega, tarde o temprano.


Así que para disfrutar todavía más de esos lazos íntimos y fraternos con nuestras mascotas debemos partir por ser buenos amos: Que los guíen, enseñen, corrijan sus errores y se preocupen por sus necesidades además de las propias.


Si no saben cómo pueden consultar a algún entrenador. A veces son sumamente necesarios.


1 comentario:

Яaƒ dijo...

Justamante hace un par de horas estaba pensando sobre la nobleza de los animales. De los perros específicamente. Y creo que es tiempo de hacerme de mi propia mascota.

Tenía tiempo de no pasar a este otro espacio tuyo. Procuraré visitarlo más seguido. Saludos!